Una de las salsas más versionadas, por su polivalencia y las múltiples aplicaciones que tiene según la textura deseada: para naparCubrir un género sólido por completo con un líquido espeso de modo que permanezca sobre éste., croquetas, cremas, etc. Que acabe más o menos espesa dependerá básicamente de la relación entre las cantidades de rouxLigazón compuesta a base de mezclar harina y grasa preferentemente mantequilla. Se distinguen tres tipos según la harina esté tostada o no: blanco, rubio y tostado. y leche. En esta receta, con los mismos ingredientes de la clásica y variando ligeramente el proceso, conseguirás una bechamel sin grumos.

1. Derrite la mantequilla a fuego lento en un cazo.

2. Añade la harina previamente tamizada con la pimienta blanca, nuez moscada y sal. Remueve unos segundos a fuego lento con ayuda de un batidor de varillas hasta formar el rouxLigazón compuesta a base de mezclar harina y grasa preferentemente mantequilla. Se distinguen tres tipos según la harina esté tostada o no: blanco, rubio y tostado. (Mezcla de harina y mantequilla). Retira del fogón.

3. Incorpora a continuación la leche fría (Esta es la diferencia con la receta tradicional, que debemos calentar previamente). Trabaja bien con las varillas durante un par de minutos, hasta disolver perfectamente el rouxLigazón compuesta a base de mezclar harina y grasa preferentemente mantequilla. Se distinguen tres tipos según la harina esté tostada o no: blanco, rubio y tostado. con la leche.

4. Coloca de nuevo el cazo a fuego medio y remueve suavemente sin parar. Cuando comience a hervir la bechamel, cuece un par de minutos, rectifica de sazonamiento y tendrás lista la sabrosa salsa bechamel sin grumos.