Receta que sorprende por la sencillez de elaboración y equilibrio de sabor. La receta original, del S. XVIII, está recogida en un contrato de servicios entre el Conde de Ximonde (Ribera del río Ulla - Galicia) y sus sirvientes y jornaleros, en que se acordaba que el señor no podía proporcionarles salmón en el almuerzo más de 3 veces a la semana. Imaginaros cómo sería la riqueza piscícola de la época !! De tanta abundancia nació la necesidad de conservarlo en forma de ahumadoGénero conservado por el efecto del humo obtenido de quemar maderas no resinosas., salazón o escabeche alargando de este modo su vida útil.
1. Para su elaboración debes elegir unos lomos o rodajas de salmón muy fresco, con piel pero sin escamas y retirando todas las espinas que sea posible. A continuación córtalo en dados o filetitos más bien pequeños, que sean fáciles de comer de un bocado y sazona ligeramente con sal gruesa.
2. En una cazuela de tamaño acorde a la cantidad de salmón a elaborar vierte el aceiteGrasa obtenida de elementos vegetales tales como olivas, soja, girasol, etc. de oliva, vinagre y pimentón dulce. Mezcla ligeramente estos ingredientes con ayuda de un batidor de varillas.
3. Introduce los dados de salmón de modo que queden cubiertos por el escabeche. Agrega finalmente las hojas de laurel, rama de perejil y granos de pimienta. Si prefieres puedes introducirla casqueada o troceada en porciones grandes, le aportará más sabor.
4. Una vez con todos los ingredientes en la cazuela colócala sobre el fuego. Cuando comience el hervor mantén a fuego suave unos 5 minutos. A continuación retira del fuego y deja enfriar.
5. Y ya lo tienes listo para degustar pero recuerda que mantenerlo dentro del escabeche unos 4 o 5 días más (Siempre guardado en el frigorífico) mejora el sabor final.